La Ley de Segunda Oportunidad guarda grandes ventajas para quien necesita de un respiro que le permita reordenar sus acciones en el objetivo de pagar una o más deudas. Es una herramienta legal a la que puede apegarse todo aquel que desee cumplir con los requisitos. Pero, es posible que, en lugar de ser una ayuda para quitar la deuda, sea un intento fallido más.
¿La Ley de Segunda Oportunidad es realmente una ayuda?
La Ley de Segunda Oportunidad es un instrumento legal que ayuda a renegociar las deudas de particulares o autónomos, al no poder pagarlas de la forma acordada. En algunos de los casos es posible que sean exonerados de la deuda de forma parcial o total. La aplicación de esta ley puede ser aplicada por los deudores o acreedores. Su objetivo no es favorecer solo a una de las partes, sino de buscar la mejor solución para todos.
Como muchos de los procesos vinculados a interpretaciones de ley, este también podría tener fallos de alguna de las partes, lo que ocasionaría su cancelación. En favor de que no tengas este inconveniente, desde Quita Deudas te diremos algunos de los errores que pueden hacer que no se aplique la Ley de Segunda Oportunidad en tu caso particular.
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Qué puede provocar que falle la Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad tiene varias etapas: Concurso Consecutivo, o bien, plan de pagos y la Exoneración del Pasivo Insatisfecho. Cada una de estas fases conlleva varias tareas que deben hacer los diferentes involucrados; entonces, en todas es posible cometer errores que arruinen todo el proceso. Conoce qué puede hacer que tu solicitud sea denegada o que no se lleve a cabo la renegociación de la deuda.
No introducir los requisitos como están establecidos
Es vital que puedas entregar los requisitos tal y como son solicitados. Como en todo proceso, si te falta un documento, por simple que parezca, hará que la Ley de Segunda Oportunidad no se aplique. No puedes mentir en ninguno de estos requerimientos, además de que no aprobarán tu solicitud, según el fraude podrías meterte en problemas legales. Por todo esto, debes tener revisar que cumplas con todo.
Mostrar actos de mala fe
Actuar de mala fe en estos casos puede significar que sí puedes pagar la deuda, pero pretendes que esta ley te exonere de tu responsabilidad. Por otro lado, si pierdes el concurso de acreedores puedes ser catalogado como alguien que tiene mala fe y negarte esta Ley. Hay muchas formas en las que se puede probar que se actúa con mala fe o tener la sospecha tan fuerte que provoque que no te sea aprobada la solicitud.
Intervenir los tiempos de cada proceso
Las diferentes etapas de la Ley de Segunda Oportunidad tienen un tiempo establecido para saber cuándo se pasa a la siguiente; o cuando se define el fracaso o no de la Ley. No debes realizar ninguna acción que irrespete estos lapsos. No puedes caer en la impaciencia. Es necesario que te asesores bien en cada uno de los pasos que debes realizar y esperar que el proceso siga su propia naturaleza.
Intentar solicitar esta ley sin tener claro qué es o para qué sirve
A veces nos dejamos llevar por la experiencia de alguien más, pretendiendo que su caso es igual al nuestro. Apenas te cuentan de la existencia de esta ley te aventuras a solicitarla sin la debida investigación o asesoría. Por tal motivo, lo más recomendable es buscar la ayuda de expertos en Ley de Segunda Oportunidad; que te orienten y hagan gran parte de las tareas con cautela.
Por fortuna, en Futuro sin deudas ofrecemos todas las herramientas que nuestros expertos han recopilado a lo largo de estos años para realmente ayudarte. Nuestro objetivo es que puedas salir airoso de este inconveniente financiero y que la otra parte también tenga un buen sabor de boca. Puedes consultar nuestros servicios y plantearnos tu caso para poder ayudarte a tramitar la Ley de Segunda Oportunidad.
